jueves, 3 de mayo de 2007

hervideros

Sobre M, de Fritz Lang

Hablar, a esta altura del partido, sobre M, de Fritz Lang, es meterse inevitablemente en un terreno pantanoso. De hecho, debo admitir que en este momento, mientras escribo estas palabras, no sé muy bien adónde me estoy dirigiendo.
Es un terreno pantanoso porque corremos varios riesgos. Por un lado, el de hacer un análisis superficial, algo que resulta absolutamente imperdonable para cualquiera que haya visto la película, y se de cuenta que lejos está de serlo. Por otro lado, el de caer en los muy de moda últimamente "lugares comunes"; es decir, el de escribir algo ya escrito. Antes que sucumbir ante el primer riesgo, sería mejor declarar "esta película requiere un análisis riguroso y está diciendo algo que no llego a entender", y antes que sucumbir ante el segundo, sería mejor no escribir nada. Pero resulta que escribo porque, en películas de este tipo, creo que nunca termino de saber qué pienso sobre ellas hasta que escribí algo al respecto. Entonces, al pantano.
M, antes que nada, no es una película sobre un asesino, o sobre su búsqueda. M es una película sobre un pueblo (no a un pueblo en sentido de una población, sino a un pueblo en el sentido más amplio). Y esto es así desde un principio. Porque si bien la acción dramática comienza posicionándose alrededor de los asesinatos de los chicos de la ciudad, pronto traslada su foco a otra cuestión: a cómo los habitantes de dicha ciudad se las arreglan para solucionar el problema. Y entonces rápidamente se nos presentan las dos fuerzas principales en los asuntos de poder: la policía (o la ley) y la mafia (o el crimen). Entonces tenemos a una película donde la ley y el crimen actúan en pos del mismo objetivo: capturar a M.
Creí que la película se trataba de esto durante un tiempo largo. Pero existe una escena clave que hace que M no sea una simple película policial. Y en realidad es esto lo que hace que el eje temático de la película sea la gente y no el asesino, o los mafiosos, o la policía. Es la escena del juicio. La cuestión es acá quién juzga y quién es juzgado, y el tema de la policía y la mafia no importa, en tanto estos dos agentes del poder ahora están transformados en dos posturas políticas. Políticas o morales, en este caso no encuentro diferencias. Se trata de establecer qué posición tomar para la salud física del pueblo (en este sentido político) y para la salud mental del individuo (en este sentido moral). El crimen o la ley es ahora una decisión política que la gente tiene que tomar.
El pueblo ha encontrado un monstruo. Los indigentes, las prostitutas, y el resto del pueblo ha encontrado un monstruo para extirpar de la sociedad. Y es interesante notar que a la hora de decidir qué hacer con él encontramos a unas personas absolutamente descreídas del estado, la ley y lo moralmente correcto. Saciando sus ansias de venganza contra el único mal tangible que tienen a su alcance, se avalanzan sobre el asesino (finalmente un psicótico) para, justamente, asesinarlo. Mucha gente dice que para pensar M es necesario tener en cuenta la realidad de la Alemania destruida pre-nazi y de la sociedad en esta situación. No hace falta. La sociedad desesperada por erradicar a la fuerza al monstruo está presente, sepamos cómo analizarlo o no. Entonces la decisión política y moral de matar o darlo a la ley, una ley, como ya dije, perteneciente a un Estado sin ninguna credibilidad, resulta fácil. Finalmente, cuando la ley terminó salvando la situación (por un pelo), las madres lloran exclamando "eso no nos devolverá a nuestros hijos". Encontramos, inconsciente en el momento de su creación, y por eso más exacto, más que un hervidero de algo que muy sensiblemente estaba por venir, un verdadero huevo de la serpiente.

Una pequeña nota al margen. M sobresale por el uso increíble que hace Lang de los recursos visuales. Encuadra espectacularmente, con una fotografía difícil de encontrar en cualquier cine, y mueve la cámara, generando travellings imecables, de las maneras más improvisadas y experimentales vistas en el cine mundial hasta la nouvelle vague. Esta película confirma la teoría de que ya en el '31 todos los recursos visuales del cine existían y eran usados.

Título: M
Dirección: Fritz Lang
Guión: Thea von Harbou
Fritz Lang
Productor: Seymour Nebenzal
Origen: Alemania
Idioma: alemán
Duración: 117 min.
Género: drama/crimen

1 comentario:

María •• dijo...

Hola Luciano. Si! las fotos son todas sacadas desde mi lente. Me alegro que te gusten :)

Muy interesante tu blog sobre cine. Es para leerlo detenidamente, pero me parece que está buena la idea de hacer un blog así. Lo voy a tener en cuenta.

Si te interesa lo audiovisual, acá te paso otro nuevo blog de cosas que hago:

www.somoscapicua.blogspot.com

Saluti y buen finde!